Guía para las elecciones estadounidenses de medio mandato de 2022
¿Qué son las elecciones de medio mandato y por qué son importantes?
Es posible que haya escuchado recientemente frases como «los demócratas conservan el control del Senado», «los republicanos toman el control de la Cámara de Representantes» o «el control del Congreso sigue sin decidirse». Para entender estas frases y dar sentido a las recientes elecciones en Estados Unidos, es importante empezar por lo básico.
El Gobierno de Estados Unidos se compone de tres ramas que se «controlan» y «equilibran» mutuamente: el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial. El Poder Legislativo, también llamado «Congreso», está formado por la Cámara de Representantes y el Senado. Juntos, estos dos órganos legislativos legislan, o promulgan leyes. El Presidente y el Vicepresidente, que forman el Poder Ejecutivo, ejecutan estas leyes, y el Tribunal Supremo, que forma el Poder Judicial, las evalúa. Aunque los tres poderes también incluyen organizaciones y agencias federales, esta descripción ofrece una imagen básica del funcionamiento del Gobierno de los Estados Unidos.
¿Qué son las elecciones de medio mandato?
Cada cuatro años los ciudadanos estadounidenses votan en unas elecciones presidenciales, eligiendo a una persona para que ejerza de Presidente durante los cuatro años siguientes. Sin embargo, el Congreso funciona con un calendario diferente; los senadores son elegidos cada seis años, mientras que los miembros de la Cámara de Representantes son elegidos cada dos. Esto significa que a mitad del mandato de cada presidente, durante las elecciones de medio mandato, los votantes estadounidenses tienen la oportunidad de modificar la composición del Congreso.
¿Y por qué son importantes?
Las elecciones de mitad de mandato son importantes porque determinan los representantes del pueblo en el Gobierno. Sin embargo, también pueden entenderse como una oportunidad para que los ciudadanos «controlen» aún más el poder del presidente. En casi todas las elecciones de medio mandato, los votantes optan por cambiar el equilibrio de poder en el Congreso a favor del partido que no controla el Poder Ejecutivo. Por ejemplo, como resultado de las elecciones intermedias de 2014, que tuvieron lugar durante el segundo mandato del presidente demócrata Barack Obama, los republicanos controlaron tanto la Cámara como el Senado.
Y esto nos lleva a las elecciones de medio mandato de 2022, que han arrojado algunos resultados sorprendentes. Volviendo al Senado, antes de las elecciones intermedias de 2022 los demócratas tenían la mayoría. Como resultado de la tendencia histórica de cambiar el control del Congreso durante las Medias Jornadas, así como de las encuestas que predecían una «Ola Roja» de victorias electorales republicanas, muchos estadounidenses creían que los republicanos estaban preparados para recuperar el control del Senado. Sin embargo, los demócratas conservaron el control de la cámara alta del Congreso; el partido ganó 50 de los 100 escaños, dejando a los republicanos con 49. Aunque el último escaño del Senado se determinará mediante una segunda vuelta electoral el 6 de diciembre en el estado de Georgia, los demócratas mantendrán el control del Senado a pesar de todo. En el caso de un reparto igualitario, la vicepresidenta demócrata Kamala Harris tiene el voto de desempate en el Senado.
¿Y qué pasa con la Cámara de Representantes?
Si bien los demócratas controlaban la Cámara antes de las recientes elecciones intermedias, el control ha pasado oficialmente al Partido Republicano. A partir del 18 de noviembre, los republicanos controlan 218 de los 435 escaños, precisamente el número necesario para formar una mayoría. Aunque hay cinco escaños sin decidir, incluso si los demócratas ganaran todas las elecciones restantes, se quedarían a las puertas de la mayoría con 217 escaños. Los cinco escaños restantes son carreras que se determinarán mediante el voto por correo, y los resultados deberían contarse en algún momento de la próxima semana. En cualquier caso, los republicanos han conseguido recuperar el control de la Cámara.
¿Qué significan estos resultados?
En primer lugar, hablando en términos objetivos, el control demócrata del Senado seguirá permitiendo a Biden impulsar su agenda de dos maneras. Principalmente, Biden seguirá teniendo poder de veto sobre el Congreso. Mientras que los presidentes estadounidenses pueden vetar, o rechazar, las leyes aprobadas por el Congreso, éste puede anular dicho veto con dos tercios de los votos de ambas cámaras. Así, con la mitad del Senado bajo control demócrata, los republicanos carecen de los votos necesarios para anular los posibles vetos que Biden pueda realizar. En segundo lugar, esta mayoría permite a Biden seguir nombrando jueces federales y del Tribunal Supremo. Aunque los presidentes siempre tienen la capacidad de nominar a los jueces, su nombramiento requiere la confirmación por una mayoría simple -51 votos- en el Senado.
Por otra parte, el control republicano de la Cámara de Representantes otorga a este partido un poder significativo en el ámbito legislativo. La Cámara de Representantes, al igual que el Senado, cuenta con una serie de Comisiones, que van desde el Presupuesto hasta los Asuntos Exteriores o la Agricultura. Estos comités revisan los proyectos de ley, o las propuestas de ley, que son de su competencia, y deciden si los proyectos se devuelven a la Cámara para su votación. En otras palabras, los comités controlan la legislación que puede votarse en la Cámara de Representantes. Con el nuevo control de la Cámara, los republicanos pueden ahora nombrar y elegir a los miembros de los Comités de la Cámara, lo que les permite controlar la legislación de la Cámara.
Por último, la interpretación subjetiva de las elecciones de medio mandato, aunque no es tan sencilla, es importante. Por ejemplo, el hecho de que los demócratas conserven el Senado no significa necesariamente que los votantes estadounidenses tengan una buena opinión de él. De hecho, justo antes del día de las elecciones, Reuters informó de que la aprobación nacional del presidente había descendido a tan sólo un 39%. Mirando la otra cara de la moneda, lo que los resultados podrían representar es un rechazo a la pronosticada “ola roja” y a la extrema derecha. Los votantes no sólo optaron por mantener el Senado en manos de los demócratas, sino que en las elecciones estatales de todo el país rechazaron a los extremistas republicanos que negaron los resultados de las elecciones de 2020. Sin embargo, desentrañar el significado y las consecuencias de las Midterms es difícil y dudo en hacerlo con convicción. Las inminentes elecciones presidenciales de 2024 sin duda arrojarán más luz sobre las perspectivas y los valores de los estadounidenses.
Por Shira Garbis, autora invitada del Instituto Internacional