“No acosen al asesino” por José María Guelbenzu “En una elegante colonia de veraneo cercana a Santander, alguien entra sigilosamente en una de las casas y degüella a un viejo Magistrado de brillante historial. Es la hora de la siesta de un día de intenso calor. Todo el mundo dormita. Nadie ha visto nada.” Extraído
“Afortunadamente para la literatura, esa aversión hacia todo lo que distorsiona el cerebro y transforma la conducta no le ha impedido al sobrio Ellroy crear una prosa demoledora y relacionada permanentemente con el vértigo, extraer pavoroso realismo de argumentos, sentimientos y violencia que rozan el delirio, retratar con genialidad la cara oscura de su país,